¡Mamma Mia! Con toda la tradición de la cocina italiana, te presentamos nuestra pizza de calabaza, con cebolla tierna, flores de Bimi, aceitunas negras y orégano.
La calabaza y la canela son como amigas inseparables, juntas crean un aroma delicioso para pasteles, tartas o incluso para infusiones. La calabaza ofrece su sabor suave y versátil, mientras que la canela aporta un toque de calidez y picante. Un pastel de calabaza y canela puede ser el postre perfecto para cualquier ocasión.
La combinación de calabaza y zanahoria es como un dúo dinámico de vegetales de raíz. Ambos comparten una dulzura natural que se complementa y realza cuando se cocinan juntos. Puedes preparar una sopa reconfortante de calabaza y zanahoria, donde los sabores se fusionan para crear un plato nutritivo y delicioso. Además, las zanahorias aportan un toque de color adicional, convirtiendo el plato en una experiencia visualmente atractiva.
La calabaza y el queso son como una pareja hecha en el cielo culinario. La cremosidad del queso se combina a la perfección con la suavidad y dulzura de la calabaza. Puedes incorporar calabaza en puré en lasañas o en risottos, creando una base suculenta y rica que se equilibra con la salinidad del queso. También puedes experimentar con variedades de quesos como el queso de cabra o el parmesano para intensificar los sabores.
La textura crujiente de las nueces encuentra su contraparte perfecta en la suavidad de la calabaza. Agregar nueces tostadas a platos que contienen calabaza, como ensaladas o pasteles, aporta un elemento crujiente y un sabor ligeramente amaderado que eleva la experiencia gastronómica. La combinación de nueces y calabaza crea una armonía de sabores y texturas que deleitará tu paladar.