El otoño es el tiempo de la calabaza y nos pasamos la temporada buscando diferentes maneras para prepararla.
En este artículo te traemos una manera fácil de hacer calabaza agridulce encurtida y los beneficios que nos aporta. La calabaza agridulce encurtida es una receta tradicional que se puede disfrutar como aperitivo, ensalada o guarnición, un plato delicioso y saludable que puedes disfrutar en cualquier momento del año. Además, se convierte en una forma de conservar la calabaza durante más tiempo y aprovechar sus propiedades nutricionales y medicinales.
La calabaza es rica en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a mejorar la digestión, la visión, el sistema inmunológico y la piel. La calabaza agridulce encurtida no pierde sus propiedades y también tiene un efecto diurético, depurativo y antiinflamatorio que beneficia a nuestro organismo.
Es probable que alguna vez nos hayamos encontrado en la nevera con trozos restantes de una calabaza que hemos utilizado para otro plato o receta, una buena alternativa sostenible y sabrosa de aprovechar este sobrante, es encurtirla en vinagre y así conseguir conservar sus propiedades y alargar su tiempo de consumo. El encurtido permite preservar el sabor, el color y la textura de los alimentos, así como prevenir el crecimiento de microorganismos que puedan estropearlos.
Con tan solo unos pocos ingredientes como el vinagre, el azúcar, el anís estrellado y el jengibre, podemos convertir la calabaza en la verdadera estrella de la despensa. Y para cuando no tenemos tiempo, solo con darle un baño de vinagre durante unos minutos, podemos conseguir un encurtido exprés ligero. Estos ingredientes combinan a la perfección con la calabaza y le dan un sabor único y delicioso.
La calabaza agridulce encurtida se puede servir fría o templada, sola o acompañada de otros ingredientes como queso, frutos secos, hierbas frescas o ensalada verde. Es un plato versátil y fácil de preparar que sorprenderá a todos.
Ingredientes:
- 300 gramos de calabaza butternut pelada
- 250 gramos de rabanitos
- 150 gramos de cebolla morada
- 1 c/c de mostaza en grano
- 1 c/p de pimienta en grano
- 1 rama de romero
- 150 gramos de vinagre de manzana
- 25 gramos de vinagre balsámico de Módena
- 325 gramos de agua
- 1 c/p de sal
- 1 c/p de azúcar.
Elaboración:
- Una vez pelada la calabaza, córtala en láminas finas
- Lava los rabanitos y córtalos en cuartos después de retirar el tallo. Pela la cebolla, aproximadamente una cebolla morada entera, y córtala en pluma.
- Mezcla los tres ingredientes y ponlos en un tarro con tapa hermética o un tarro de encurtidos.
- Añade la mostaza, la pimienta en grano y el romero
- Pon en un cazo el vinagre de manzana, el vinagre balsámico de Módena, el agua, la sal y el azúcar. Lleva el cazo al fuego y deja que rompa a hervir, entonces retira del fuego y vierte todo el líquido en el que se ha disuelto el azúcar y la sal, en el tarro de la calabaza y los rabanitos.
- Deja enfriar a temperatura ambiente, después tapa el tarro y déjalo reposar en el frigorífico, al menos 24 horas.
Acabado y presentación
La calabaza y los rabanitos hacen un matrimonio perfecto, puedes usarla en unas tostadas, una ensalada o simplemente como acompañamiento de un pescado asado o a la plancha. Si le añades un hilo de un buen aceite de oliva virgen extra, lo adorarás.
¡Buen provecho!

